La audiometría es un examen que permite determinar la capacidad para percibir sonidos a un volumen mínimo. El examen es realizado por profesionales en Fonoaudiología en cabinas insonorizadas; se le debe hacer a todos los trabajadores que vayan a estar expuestos a niveles de ruido superiores a 80 dB. Esta prueba evalúa las vías aéreas en las frecuencias de 500 a 8000 Hz, cuyo objetivo principal es detectar oportunamente posibles pérdidas auditivas, esto con el fin de prevenir y evitar su progresión cuando ya esté presente. 

La audiometría tamiz, es un tamizaje auditivo, no permite hacer un diagnóstico clínico de patologías auditivas, pero si se encuentre alterado (vía aérea), se efectúa la audiometría clínica, que es una exploración para identificar alteraciones de tipo neurosensorial, conductivo o mixto.

Nuestro sistema permite comparar datos diagnósticos con audiometrías previas efectuadas en nuestra institución, brindando un control de seguimiento, que posibilita conocer los cambios que se han producido en el colaborador a lo largo de un determinado período de tiempo.

El análisis de voz, es un tamizaje que evalúa la voz de manera perceptual (higiene vocal para el desempeño laboral) y acústica (cambios estadísticos en la intensidad, frecuencia fundamental y cuerdas vocales), para identificar patrones de abuso y mal uso vocal que puedan generar patologías relacionadas con la voz cuando es actividad laboral principal.

Este tamizaje, aplica para profesionales de la voz como cantantes, actores, locutores, docentes, periodistas, asesores de call center, vendedores ambulantes, entre otros; permite conocer la existencia de factores importantes durante el proceso de la fonación relacionados con la respiración y la postura. 

El análisis acústico incluye la utilización de un software llamado VOXMETRIA, ayuda a obtener datos precisos sobre el tono y la intensidad vocal.

Estos protectores se fabrican de manera individual con silicona alemana de textura suave y antialérgica, para que encajen en el oído del trabajador. La elaboración es hecha con jeringa (no a mano) para garantizar que cumpla con las normas de atenuación*.  El tiempo de entrega es inmediato, incluyen estuche, anclaje, identificador para cada oído, instructivo de recomendaciones de uso y cuidados.

Su duración es aproximadamente entre 10 a 18 meses dependiendo del cuidado. Son cómodos y de fácil limpieza, recomendados para empleo en piscinas o para empresas de alimentos y personas que manejen manos limpias o estén expuestos a poco material particulado.

*Las pruebas de atenuación se basan en la norma ANSI S3.19, método de medida de la Protección Auditiva Real de los Protectores Auditivos.